1. Predicados y argumentos
En las lenguas se establecen relaciones de predicación, que afectan a expresiones que refieren a entidades del mundo extralingüístico. Estas expresiones, de carácter referencial, se denominan ARGUMENTOS. Los PREDICADOS, por su parte, atribuyen una propiedad a un ARGUMENTO o describen la relación existente entre los argumentos. Además, determinan cuántos y cuáles argumentos son necesarios. Las clases de palabras que pueden funcionar como predicados son los verbos, los adjetivos, los nombres y las preposiciones.
No es correcto decir que los predicados seleccionan nombres como argumentos, ya que eso implicaría que las construcciones de abajo son gramaticales (encorchetamos los nombres y subrayamos los predicados):
(1) a. *[NHermano] viajó a Salta.
b. *[NPrimo] dejó [N libro] en [N estante].
c. *[N Cajera] es simpática
El sustantivo solo (en singular) funciona como predicado, pero no como argumento: Juan es médico vs. El médico llegó temprano. Lo que seleccionan los predicados como argumentos son SINTAGMAS DE DETERMINANTE (SD). Este término da cuenta del hecho de que para ser argumento, el nombre necesita de la presencia de un determinante, que es el que determina la referencialidad de la expresión. Aquellos constituyentes que son inherentemente referenciales, como los nombres propios y los pronombres, no necesitan de la presencia de un determinante que encabece la construcción. De estos dos, los pronombres nunca se combinan con determinantes (*los nosotros fuimos al cine), mientras que los nombres propios sí pueden aparecer con determinantes en muchas variedades del español (El Juan fue al cine) y también en otras lenguas romances como el catalán o el portugués.
EXPRESIONES REFERENCIALES > SINTAGMAS DE DETERMINANTE
A. DETERMINANTE + SUSTANTIVO: la casa, mi amigo, este auto, un chico, algún libro
B. CUANTIFICADOR/EXPRESIÓN CUANTIFICADA + SUSTANTIVO: dos chicos, algunas casas, muchos estudiantes, un montón de amigos.
C. NOMBRES PROPIOS: (el) Juan, (la) Ana, (el) Pedro…
D. PRONOMBRES: yo, vos, nosotros, ella, mí, etc.
También puede ocurrir que, además de seleccionar un SD, un predicado seleccione otro predicado más.[1] Como solo los verbos pueden “cargar” con la información referida a la temporalidad y a la concordancia, las dos nociones centrales para obtener una oración, se considera que los verbos predicativos son los predicados principales de una oración. Al analizar cómo se organizan los argumentos de un predicado verbal, vemos que hay verbos que además de seleccionar SSDD, seleccionan predicados preposicionales.
(2) [ARG1 Pedro] puso [ARG2 el libro] [ARG3 sobre la mesa].
PONER> ALGUIEN pone ALGO en ALGÚN LUGAR (la preposición EN es la más general para referir a “lugar”, pero puede aparece cualquier preposición que indique una relación más específica como SOBRE, BAJO, DENTRO, etc.). Entonces, poner selecciona tres argumentos, pero uno de ellos, el que llamamos ARG3, está encabezado por un predicado que tiene sus propios argumentos (ALGO/ALGUIEN sobre ALGO: el libro sobre la mesa).
(3) [ARG1 Juan] consideró [ARG2 tu propuesta] [ARG3 interesante].
CONSIDERAR> ALGUIEN considera ALGO/ALGUIEN DE DETERMINADA MANERA. Si no está presente la “determinada manera” como argumento, considerar se interpreta como “tener en cuenta”: Juan consideró tu propuesta agroindustrial. En el ejemplo de (3) sabemos que “interesante” es otro argumento, porque forma un constituyente independiente (Juan la considera interesante/Fue tu propuesta lo que consideró Juan interesante), mientras que en tu propuesta agroindustrial, agroindustrial refiere a tu propuesta, pero no forma un constituyente independiente (*Juan la consideró agroindustrial/ *Fue tu propuesta lo que Juan consideró agroindustrial).
Vemos, por lo tanto, que en (3) considerar selecciona como argumentos dos SSDD (Juan y tu propuesta) y un predicado (el adjetivo interesante). Este predicado selecciona a su vez un argumento al que le atribuye la propiedad de ser interesante (tu propuesta interesante).
Anteriormente, hablamos de “verbos predicativos”. ¿Significa esto que hay verbos que no son predicativos? Y si no son predicativos, ¿por qué estarían en una oración? La presencia de un verbo en una oración se justifica (a) por razones semántica, es decir, es un predicado, (b) por razones sintácticas, es decir, carga con la temporalidad y la concordancia, o (c) por ambas. En los casos que presentamos, tenemos las dos razones involucradas, pero puede suceder que el verbo esté vacío de contenido semántico y lo único que tenga sea información gramatical. Es decir, no tenemos predicación en el verbo. Por otro lado, si el único predicado que tenemos es un adjetivo, un nombre o una preposición, tenemos predicación, pero no un constituyente que presente temporalidad y concordancia de número y persona. En ese caso, necesitamos “algo” que cargue con la información gramatical, pero que no atribuya otra propiedad o agregue otra relación a los argumentos ya seleccionados. Los verbos que aparecen en estos contextos son SER y ESTAR.
(4) a. [ARG Juan] es médico.
b. [ARG Juan] está en [ARG la oficina].
c. [ARG Juan] es muy simpático.
d. [ARG Él] es Juan.
Como se puede ver en las oraciones de (4), los predicados son el nombre MÉDICO, la preposición EN, el adjetivo SIMPÁTICO y el nombre propio JUAN. Ninguno de estos predicados puede presentar morfología flexiva vinculada a la temporalidad y a la concordancia de número y persona, por lo que es fundamental que aparezca un verbo que pueda cargar con esta información. Así, tenemos oraciones que tienen un verbo, pero que el predicado principal es otro. Cuando tenemos un predicado que no es verbal, y que tiene que aparecer de manera obligatoria para completar el sentido de la construcción oracional, los gramáticos lo denominan PREDICATIVO OBLIGATORIO. En los ejemplos de (4) ese predicativo tiene como argumento un SD que cumple la función de sujeto, por lo que en esos casos se dice que tenemos construcciones de PREDICATIVO SUBJETIVO OBLIGATORIO (“subjetivo” refiere al sujeto).
Actividad
Explique por qué son agramaticales las siguientes oraciones
i. *Libro dejé en la biblioteca.
ii. *Ana comprar un libro nuevo.
iii. *Juan lingüista.
iv. *Juan adora las flores a Ana.
v. *Gusta el chocolate.
vi. *Guardé los cubiertos en
En el caso de (vi) hay dos argumentos que no se pronuncian. ¿Por qué cree que si agregamos el otro argumento de EN la oración es gramatical, aunque siga sin pronunciarse un argumento? El caso sería: Guardé los cubiertos en el cajón.
2. Los argumentos y los papeles temáticos
Hasta el momento nos hemos centrado en cuántos argumentos seleccionan los predicados, pero no hemos dicho nada respecto a “cuáles” argumentos seleccionan. Si observamos las oraciones de (5), vemos que se cumple con la cantidad de argumentos requeridos y con todas las propiedades referidas a la sintaxis, pero que igualmente las oraciones presentan problemas.
(5) a. ??Ana rompió a Pedro.
b. ??La mesa arregló el auto.
c. ??Juan discutió con la silla.
d. ??La camisa se enamoró perdidamente.
El problema que presentan todos lo ejemplos de (5) está relacionado con el tipo argumento que selecciona cada predicado. Hay predicados que necesitan que uno de sus argumentos, al que llamaremos ARGUMENTO EXTERNO dado que presenta mayor independencia, sea humano. Que un argumento sea humano implica que puede tener voluntad, experimentar sensaciones, etc. El predicado arreglar, por ejemplo, necesita que su argumento externo tenga voluntad para llevar a cabo el evento de arreglar el auto, por eso no puede tratarse de una entidad inanimada. Hay predicados verbales que describen un evento que puede ser ejecutado por una entidad animada o inanimada, como, por ejemplo, destruir.
(6) a. El huracán destruyó la ciudad.
b. El dictador destruyó la ciudad.
En los ejemplos de (6), si bien el resultado es el mismo (ciudad destruida), lo que desencadena ese evento tiene diferentes propiedades: ser inanimado (6a) y ser humano (6b). Estas propiedades tienen repercusiones en la sintaxis. No es posible decir algo como El huracán destruyó la ciudad sin querer/a propósito/ para demostrar su poder. Estos constituyentes sí pueden añadirse a la oración de (6b), ya que se refieren estrictamente al carácter agentivo y volitivo del argumento externo humano. Dado que esta distinción tiene repercusiones en la sintaxis, es importante reconocerlas. Así, es relevante no solo conocer cuántos argumentos puede seleccionar un predicado, sino también qué papel cumple ese argumento en la predicación. El rol que cumple un argumento se denomina PAPEL TEMÁTICO. En los ejemplo de (6) tenemos dos posibilidades para el predicado destruir: ALGO destruye ALGO (6a) o ALGUIEN destruye ALGO (6b). En la primera opción, en la que el argumento externo es ALGO, lo que tenemos es una CAUSA, mientras que en la segunda, en la que el argumento externo es ALGUIEN, lo que aparece es un AGENTE. La diferencia entre el papel temático de CAUSA y el de AGENTE es la ausencia total de voluntad en el primero. Lo que tienen en común es que están involucrados es un evento que supone una ACCIÓN.
Comparemos ahora el verbo destruir en el caso con el verbo amar.
(7) a. El dictador destruyó la ciudad.
b. El dictador ama a una misteriosa mujer.
c. ??El huracán ama a una misteriosa mujer.
En el caso de (7a), “el dictador” es un agente, ya que refiere a una entidad con voluntad y que desencadena una acción. Sin embargo, en (7b) “el dictador” no presenta estas propiedades, aunque se trate del mismo constituyente. Un predicado como amar no selecciona un argumento que tenga voluntad, aunque sí necesita que sea humano (o al menos animado, por eso (7c) es mala). AMAR requiere de un argumento externo que experimente un sentimiento. Ese evento, a diferencia de destruir, no tiene consecuencias sobre el segundo argumento. De hecho, el referente de “una misteriosa mujer” puede ignorar que el dictador la ama. Este hecho también tiene consecuencias en la sintaxis, ya que no se puede combinar el predicado amar con los mismos constituyentes con los que sí se puede combinar el predicado destruir.
(8) a. El dictador destruyó la ciudad a propósito/para demostrar su poder/sin querer.
b. ??El dictador ama a una misteriosa mujer a propósito/ para demostrar su poder/sin querer.
(9) a. El dictador decidió destruir la ciudad.
b. ??El dictador decidió amar a una misteriosa mujer.
En el caso de predicados como amar, decimos entonces que seleccionan un argumento que cumple el rol de EXPERIMENTANTE. Este papel temático refiere a argumentos humanos (o al menos animados) que experimentan una sensación/un sentimiento, pero que carecen de voluntad.
Aún no hemos dicho nada con respecto al segundo argumento que seleccionan estos predicados. Los gramáticos distinguen entre argumentos que sufren un cambio de estado de aquellos que no experimentan cambios de estado. Esta distinción es relevante, porque tiene consecuencias sintácticas. Con los predicados como destruir es posible formar construcciones que focalicen el estado resultante (de afectación) del segundo argumento, mientras que en verbos como amar no. Veamos algunos contrastes:
(10) a. La ciudad quedó destruida.
b. Una vez destruida la ciudad, los habitantes debieron marcharse.
(11) a. *La misteriosa mujer quedó amada.
b. *Una vez amada la misteriosa mujer,…
Si bien estas distinciones son claras, no lo son tanto los términos que emplean los gramáticos para describirlas. Algunos utilizan la denominación de PACIENTE cuando se entiende un cambio de estado y TEMA cuando no hay un cambio de estado. Otros utilizan el término PACIENTE cuando el argumento afectado es humano y TEMA para todos los demás casos. Hay predicados, además, que no permiten una distinción tan clara como la que vemos entre (10) y (11), de ahí la dificultad para establecer un término adecuado.
(12) a. Llegó Juan.
b. Una vez llegado Juan, comenzó la reunión.
c. *Juan quedó/resultó llegado.
Aquí utilizaremos la primera distinción. La noción de TEMA la usaremos para referir a aquellos argumentos que NO sufren un cambio de estado causado por el predicado. Esto incluye a los argumentos que se relacionan con predicados que refieren a desplazamientos o a una ubicación y a los que refieren a estímulos vinculados con la percepción sensorial o con las emociones. El rol de PACIENTE es el que cumplen los argumentos afectados, es decir, los que experimentan algún tipo de cambio de estado.
Existen otros roles temáticos, como podrá imaginar, y no hay un acuerdo con respecto a cuántos y cuáles son. Los que hemos distinguido aquí son los que discutimos en esta primera parte del curso y con los que hay mayor acuerdo. Más adelante, agregaremos los que están vinculados con el denominado caso DATIVO y que están encabezados por la preposición a (Le regalé un libro a Juan). Entonces, los papeles temáticos que utilizaremos por ahora son:
AGENTE: es el papel del argumento que refiere a la entidad que realiza una acción. El predicado que lo selecciona describe una acción. Ej.: Juan compró un auto./ El dictador destruyó la ciudad.
CAUSA: es el papel del argumento que refiere a la entidad que desencadena una acción, pero que carece de intencionalidad. Se trata de argumentos no humanos (en general). Ej.: El huracán destruyó la ciudad/ El viento amontonó la arena.
EXPERIMENTANTE: es el papel del argumento que refiere a quién experimenta o se ve afectado por un determinado estado emotivo. Ej.: Juan ama las aves/viajar./ A Pedro le molesta tu actitud.
TEMA: es el papel del argumento que refiere a entidades que se desplazan o se ubican en un lugar o bien que están vinculados con la percepción sensorial o las emociones. Se caracterizan por no sufrir un cambio de estado. Ej: Juan llegó temprano./ Juan ama las aves/viajar/ A Pedro le molesta tu actitud.
PACIENTE: es el papel del argumento que refiere a las entidades que experimentan algún tipo de cambio de estado a causa del evento denotado por el predicado. Ej.: Pedro golpeó a Juan./ El huracán destruyó la ciudad/ Pedro murió./Los obreros construyeron un puente.
Al hablar de la cantidad de argumentos y el tipo de argumentos (es decir, los papeles temáticos) que selecciona un predicado, estamos refiriendo a la ESTRUCTURA ARGUMENTAL de un predicado. Las nociones que vimos están ligadas estrictamente al significado, es decir, están en el plano de lo semántico. En el próximo apartado vamos a ver qué sucede en la sintaxis.
Actividad
Reconozca la estructura argumental de los predicados subrayados y determine los papeles temáticos de los argumentos que seleccionan.
i. El estudiante ordenó sus apuntes.
ii. Los niños adoran los cuentos.
iii. A los niños les gustan los cuentos.
iv. La helada quemó los brotes.
v. Pedro trabaja mucho.
vi. El libro está sobre la mesa.
vii. Juan le prestó sus apuntes a Ana.
viii. El nene se levantó.
En (vi) y (vii) aparecen dos argumentos a los que no les hemos atribuido un papel temático. ¿Los reconoce? ¿Qué nombre sugiere para estos argumentos?
3. La estructura argumental y la sintaxis. Las marcas de función
Como vimos, el papel temático es una unidad semántica que indica cuál es la participación del argumento en el estado de cosas descrito por el predicado (Di Tullio 2005: 103). Esto implica que los predicados tienen una estructura argumental y muchas veces, hay predicados que tienen la misma estructura argumental, i.e., seleccionan la misma cantidad de argumentos y estos argumentos tienen el mismo papel temático. Por ejemplo, el predicado amar, como vimos, selecciona un EXPERIMENTANTE y un TEMA. Esta misma estructura argumental es la que presenta el predicado verbal gustar: un EXPERIMENTANTE de la percepción de gustar y un TEMA que representa la entidad que motiva esa percepción. Sin embargo, cuando nos enfrentamos con la oración concreta, hay diferencias importantes.
(13) a. [EXPERIMENTANTEJuan] ama [TEMA las acelgas].
b. [EXPERIMENTANTE A Juan] le gustan [TEMA las acelgas].
Si bien los papeles temáticos que seleccionan estos predicados son las mismas, las funciones sintácticas que cumplen estos argumentos varían. Por ejemplo, reconocemos la función sintáctica de sujeto, porque es el constituyente que concuerda con el verbo, sin embargo, en (13a) el sujeto es el EXPERIMENTANTE, mientras que en (13b) el sujeto es el TEMA. Esto significa que la relación entre los papeles temáticos y las funciones sintácticas no es siempre la misma y por eso resulta fundamental distinguirlas. Veamos otro ejemplo:
(14) a. [AGENTE El dictador] destruyó [TEMA la ciudad].
b. [TEMA La ciudad] fue destruida por [AGENTE el dictador].
El caso de (14) es más notable aún, porque tenemos el mismo predicado (destruir) y, sin embargo, vemos que los argumentos no cumplen la misma función sintáctica. En (14a), el sujeto es el AGENTE y el TEMA cumple la función de objeto directo (se puede sustituir por lo). En (14b) es el TEMA el que cumple con la función sintáctica de sujeto y el AGENTE aparece como complemento de una preposición.
Según cuál sea la función sintáctica que cumple un argumento vamos a encontrar determinadas marcas de función. La marca de función que nos permite identificar un sujeto es la concordancia verbal. La concordancia, en sentido más general, nos permite reconocer los constituyentes que están vinculados en términos de predicación o especificación (15a), aunque el predicado y sus argumentos no sean adyacentes (15b).
(15) a. Est-a-s hermos-a-s flor[FEM]-es amarill-a-s
b. Ana[FEM] habló con el profesor borrach-a. > [Ana borracha]
Además de la concordancia, el caso constituye una marca de función que nos permite reconocer qué función sintáctica cumple un determinado constituyente. En español, solo se reconoce el caso cuando la información de persona está involucrada. La forma de estos constituyentes va a variar según la función sintáctica que cumplan. Así, la forma yo va a ser sujeto, pero la forma me va a utilizarse cuando el constituyente que tiene información de primera persona sea el objeto (directo o indirecto). El panorama es el siguiente:
Caso nominativo (SUJ) |
C. Acusativo (OD) |
C. Dativo (OI y otros) |
C. término de preposición |
yo |
me |
me |
mí |
vos/tú |
te |
te |
vos/tí |
él/ella |
lo/la |
le |
él/ella |
nosotros |
nos |
nos |
nosotros |
ustedes/ellos/ellas |
los/las |
les |
ustedes/ellos/ellas |
Como puede verse, sólo en la tercera persona (singular y plural) se emplean formas diferentes para distinguir objetos directos (lo/la/los/las) de objetos indirectos (le/les). Por eso, si queremos determinar si un constituyente es un OD o un OI, debemos cambiarlo a la tercera persona y ver cuál de las dos formas se utiliza. Veamos cómo proceder.
(16) a. Juan compró un libro.
b. Juan me saludó.
En (16a) tenemos el SD un libro. Si lo sustituimos, veremos que sólo podemos hacerlo por el clítico lo (lo compré). Esto nos permite concluir que un libro cumple la función sintáctica de OD. En (16b) tenemos la forma me, que puede indicar que se trata de un OD o de un OI. Para comprobar a qué función se refiere, traducimos esa primera persona a una tercera y vemos que el resultado es Juan lo/la saludó. Es decir, nuevamente tenemos un OD.
Los OODD son siempre Sintagmas de Determinantes, pero en ciertos contextos aparecen encabezados por una a como marca de función: Juan ama a Estela. Esta marca aparece en casos particulares, como por ejemplo cuando el OD es definido y humano (o humanizado): Juan ama a su club/a su perro. No se trata de una verdadera preposición, ya que en los mismos contextos puede estar ausente y siempre se trata de un OD: Juan ama su escuela/las acelgas. Esto diferencia esa a de la preposición que indica dirección (Viajé a Viena) y de la que aparece sistemáticamente con los objetos indirectos (Le mandaron flores a Estela).
Otro elemento que funciona como marca de función y puede confundirse con una preposición es de. Si observa en detalle, de aparece siempre que hay nombres involucrados en relación de predicación, sin que su presencia suponga necesariamente una relación de pertenencia. El caso más evidente de que este elemento se trata de una marca de función es en el caso de los nombres deverbales. Comparemos los siguientes casos:
(17) a. [CAUSA El huracán] destruyó [PACIENTE la ciudad].
b. La destrucción de [PACIENTE la ciudad]
c. La destrucción de [CAUSA el huracán]
d. La destrucción de [CAUSA el huracán] de [PACIENTE la ciudad]
Además, de aparece en muchos casos cuando las relaciones de concordancia no tienen lugar, porque cada uno de los elementos involucrados en la relación de predicación tiene su propia información de número y género.
(18) a. Manual de gramática[FEM] española[FEM]
b. Manual de gramática[FEM] del español[MASC]
(19) a. Muchos[MASC-PL] chicos[MASC-PL]
b. Una bocha[FEM-SG] de chicos[MASC-PL]
Nótese que las preposiciones tienen un significado léxico, de hecho, son predicados que seleccionan argumentos, mientras que de en los casos mencionados y a cuando aparece con OD, no agrega significado y lo único que indica es información funcional: X cumple la función de OD; Y cumple una función en el ámbito nominal.
Actividades
1) En los ejemplos de abajo reconozca el papel temático y la función sintáctica del constituyente subrayado. ¿Reconoce marcas de función?
i. Pedro le prestó un libro a Juan.
ii. No me interesan esos libros.
iii. Juan odia esa comida.
iv. Estela conoció a Ana.
v. Estela conoció Madrid.
vi. Los estudiantes leen novelas románticas.
2) ¿Qué papeles temáticos reconoce en las siguientes construcciones nominales? ¿Puede identificar marcas de función?
i. Mi temor a las alturas
ii. La compra de electrodomésticos
iii. La preocupación de Pedro por la desaparición de su dinero.
iv. La desaparición de su dinero
v. Tu interés por la música clásica
[1] También un predicado puede seleccionar una oración como argumento:
i. Juan adora viajar.
ii. Juan dijo que no va a venir.
Estudiaremos estos casos en los próximos niveles de gramática española.